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Disfrutar de los placeres de una vida que se ofrece sin máscara

viernes, 18 de febrero de 2011

CARTAS A EVA

Quienes tuvimos en el encuentro de los años la nostalgia de pensar que dejamos deslizarse a esos amores que ya no volverán, porque fueron más un deseo del propio amor que una respuesta al imaginario de alguien.
 En estas cartas dirigidas a Eva, ese nombre que engloba a todos los nombres, quiero enviar un recuerdo a tantas mujeres que fueron amadas sin saberlo, por tantos hombres que cambiaron la ficción de un encuentro por la realidad de sus vidas.
Que sigan siendo esos románticos, que abandonaron en una carretera llena de gente que sigue más la supervivencia, que a sus propios corazones.
En estas cartas pretendo poner letra a lo que solo el deseo o el pensamiento, acompañarán durante toda una vida a quien dejó, o a quienes dejaron sin respuesta un amor que nunca supo que lo fue.           





CARTA A EVA

Querida mía, te escribo desde un lugar donde estamos los que no fuimos correspondidos en el amor. No es grande ni pequeño, solo hace algo de frío y las paredes cambian su color según como estés de ánimo ese día; Llevo mucho tiempo escribiéndote cartas de amor, pero no respondes a ninguna de ellas.

Sé que una vez me dijiste que era imposible que nuestros corazones se amaran, pero no pierdo la esperanza que un día sientas la urgencia de querer; Cuando ocurra, sabes que ahí estoy, no te pediré nada, solo que me dejes mirarte cada día a los ojos. El resto de mi cuerpo será vapor que jamás te hará sentir frío, no tendrás que decirme que me quieres si no lo sientes de veras, yo cargaré con todo el tormento de un querer imposible, tú disfrutaras de todos los comienzos de un nuevo amor.
Los olvidos y lo cotidiano estarán guardados en el cajón de color verde, donde guardo todo lo que nunca verás;

¡Te espero vida mía! Solo tienes que decir mi nombre.


NUEVA CARTA A EVA

Amada mía, sigo esperando asomado a mi ventana, es muy pequeña apenas deja pasar un rayo de sol. Cada tarde describo con mis dedos, la forma de las nubes que caprichosamente dibujan las siluetas en que te digo lo mucho que te amo, pasan deprisa sin dejarme tiempo de construir una frase entera, la pared de mi cuarto está toda empapelada  con las cartas que nunca me escribiste.
A veces en la oscuridad de la noche imagino tu risa, y toda la estancia se ilumina, no hay flores ni jarrones donde colocarlas, por eso siempre intento tener las manos abiertas para que sirvan de maceta, por si algún día en primavera llega por el aire alguna flor que hayas olido; Sabré que estuvo en tus manos porque su aroma será el de todas las flores que siempre soñé que acariciabas.
En un pedazo de la pared que hay sobre mi cama he guardado un espacio vacío, será el lugar donde pondré tu carta, el día que llegue, porque sé que llegara. Mientras tanto mi espera se transforma en ilusión de saber lo mucho que algún día me querrás; Para ese día tengo preparada la fiesta más hermosa que jamás hayan visto en todos los universos conocidos, estarán invitados todos los poemas de amor que se escribieron pensando en ti, sonaran las canciones más bellas, y no habrá ningún sonido que no diga tu nombre salido de mi boca enamorada.
Te sigo esperando, y ya no me siento, siempre estoy de pie por si al llegar tú o tu carta queréis bailar conmigo la danza de los que solo saben vivir si es amando.
Escríbeme aunque solo sea para decirme que tu corazón ya ama. No te preocupes si notas algo de humedad en mi carta, no son lágrimas de tristeza, solo son gotas de roció de las mañanas en que te sueño junto a mí y no quiero despertar. Te sigo esperando con la memoria de tu rostro en mis ojos, por si algún día olvido a quien espero.


ESPERADA EVA

Hoy escuché a lo lejos el sonido de un tren llegando, supe que venía, no que marchaba porque su luz ilumino toda mi espera. Sentí que en su interior viajabas tú, desgajé la sabana de mi cama para hacerte una alfombra, y que tus pies pisaran la parte de mis noches en que te lloro.
Ya no sé cómo imaginarte, tengo miedo a despertar y que desaparezcas de mi deseo; A veces creo que la vida se me va de entre las manos, y corro como un loco por mi cuarto, volviendo siempre al principio de donde partí en tu busca, las palabras de amor me han abandonado.
Ya solo mi piel albina me sirve para ver que estas en todo mi interior, que no quiero sufrir porque se lo mucho que te duele la pena ajena. A partir de ahora solo recibirás cartas en las que te contaré lo dichoso que soy esperando en esta sala sin reloj.
Dibujaré tu figura en mi pared para hablarte y recitarte esos poemas que tanto te gustan. Aprenderé a cantar las melodías que escuchas cuando paseas por el campo, seré viento solo para rozar tu cuerpo, mezclaré mis lágrimas con la lluvia para besar tu mejilla.
Ya no pronunciaré tu nombre para no compartirlo con el aire y que alguien lo escuche.
Te llamaré en silencio sin palabras; Siempre sabrás que soy yo, porque oirás que en ti laten dos corazones.


SIEMPRE A EVA

Hoy me siento feliz amada Eva, hace un instante pasee por la ciudad donde añoro caminar contigo de la mano, me maravilló comprobar que era igual que yo la soñé; En sus calles no habían esquinas, todas sus travesías eran como una sola, únicamente las separaban un pequeño jardín con árboles, y un banco para que los dos nos sentáramos a conversar.
Sin esquinas siempre puedo seguir viendo tu figura, y ningún recodo me hará perder de vista tu cuerpo mientras andas. No soportaría perderte de vista ni un segundo, la luna siempre sería luna llena, para que en la noche viera tu hermoso rostro; no pienses que mis palabras son escritas con tinta, sus trazos están sacados de lo más profundo de mi alma fundida por la espera de tu voz.
Anoche deslice mi cuerpo desnudo por las sabanas impregnadas del aroma de mi deseo por tenerte junto a mí; Imagino tu cuerpo abrazado al mío y con la yema de mis dedos dibujo un bosque en el lienzo de  tu piel blanca, donde perderme mientras te amo, y susurrarte al oído esa canción que tanto te gusta escuchar.
Hoy me siento dichoso, sé lo hermoso que es vivir en la quimera de buscarte siempre, porque mientras el aire quiera llenar mis pulmones, ahí estarás tú amada mía; Te espero en el sueño que te haga despertar con la sonrisa de saberte amada.


A TI EVA

Hoy amaneció el día gris y lluvioso, no era mi intención escribirte, pero mi adicción a tu recuerdo no me deja ser libre; Quizás en otra vida pueda abandonarme a recibir otros deseos que no seas tú.
Me pregunto si sabré vivir sin esta esclavitud que me amarra a esperarte, si pudieses ver las cicatrices que me infrinjo para que solo yo sufra, y no llegue a ti ni una gota de dolor en esta pendiente en la que se desliza mi realidad.
 En tu atalaya de indiferencia sigues ansiando ese amor que un día soñaste, sin mirar hacia abajo donde yo me hallo; Sé que ya no me quedan hojas en blanco donde dejar que cabalguen las palabras que guardo en mis sentimientos.
Quiero abandonar esta mente que no me deja más que vivir para quererte. Saber que es sentirse en silencio con uno mismo. De tanto padecer empecé a olvidar si volveré a ser un corazón capaz de ilusionarse.
La última hoja que me queda para ti, la llenare de una sola palabra, que repetiré como una letanía; Ya esparcí todo lo que quedaba de mi corazón, ahora tienes un vestido hecho con las astillas de sus restos. Solo me falta decirte hasta pronto, te escribiré una carta más para contarte que empiezo a ver la luz al final de este túnel que ha sido amarte.
No sé muy bien si a partir de ti, sabré encontrarme, pero debo intentar sanar las llagas de mi alma; Te deseo los más bellos sueños, y que yo no esté en ninguno de ellos, porque si me sueñas alguna vez, sabré que aún puedo construir otro corazón solo para volver a amarte.

UN ADIOS SIN DESPEDIDA PARA EVA

Hola Eva, Esta es mi última página de un cuento que solo existió en mi corazón; Ahora ya sé cómo vivir sin la espera del amor imaginario, desde lo más profundo de lo que anidé en tu ausencia, he aprendido a soltar las sogas que me ataban a lo que nunca fue si no mi locura.
Te envío impregnado en la hoja que te escribo, todos los días que fuiste amada por mí, en un mundo que ya se desvaneció devorado por la razón de mi realidad.
 Cuando recibas esta carta, ya no será acompañada de dolor, estarán todas las alegrías que sueño puedas ser capaz de disfrutar, en tu mundo lleno de amores y sonrisas. Vuela libre sin la agonía de saberte querida por quien nunca podrá estar contigo.
Ayer me contaron que pronto podré salir de esta mazmorra que ha sido mi deseo inútil y quimérico, tengo todos las ansias de conocer si mi corazón, sigue siendo ese empuje que siempre me ayudó a seguir recordando lo bello que es buscar el amor en las miradas correspondidas.
Adiós y hasta siempre.
 Mi billete solo tiene dirección de ida, y hacia ese lugar parto sin más equipaje que mi alma reconstruida.
Solo me queda repetir las palabras “que seas feliz eternamente”, estas son las palabras que repetiré por siempre, y con ellas relleno el resto de mi carta.

Si algún día nos encontramos puedes pensar, ¡ese hombre me amó!, no me importa ser un recuerdo; Ahora mi camino va en dirección contraria a la melancolía.

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