Al
fin el mar abandonó la tierra
Los
océanos se volvieron solo arena y vacío
Los
peces murieron de frío
Las
algas invadieron la orilla
Ninguna
criatura quiso vivir dentro del agua
La
podredumbre, lanzada por el hombre
Se convirtió en paisaje para los niños
Las
olas cambiaron su nombre por ausencia
La
luna huyó al no verse reflejada
Nadie
recordó la palabra marejada
Los
veleros se transformaron en leña
Los
barcos soltaron sus anclas
El
horizonte se pintó de gris
La
sal petrificó la espuma
Los
poetas olvidaron como se conjuga la palabra surcar
Ya
nadie lanzó piedras sobre un mar en calma
Ya
nadie recordó que el mar, es amante de la tierra.