Llegaste de un sueño lleno solo de tú presencia,
cambiaste todas las estrellas que miraba de noche,
el tiempo dejó de existir,
solo vivía para tus encuentros.
La calma se instaló en mi mundo,
tus gestos
desnudaron mi paisaje,
mi amor se volvió carne.
Me aferré a mi corazón,
para
sentir el tuyo.
Todo era amarse;
De pronto desperté,
Y llegó el viento,
una
lagrima,
y desperté.