La
vi esta tarde en el parque de los pinos
Caminaba
sola, como perdida
¡Qué
alegría ver su cuerpo entre tanta belleza!
Caminaba
despacio, sin prisa, como flotando
Como
una diosa, a la que todos anhelan adorar
Sus
manos recogían gotas de sueños
Sueños
de amantes que un día se besaron bajo la luz de un bosque cómplice
Su
cabello tenía el color de la primavera
Su
piel eran cuadros de impresionismo
Su
luz componía reflejos, señalando caminos hacia rincones donde amarse
Su
caminar era lento, acompasado
Sus
pies rozaban la yerba, dejando huellas de un cuerpo etéreo
La
vi, y no pude dejar de mirarla
Se
detuvo junto a un árbol, alto y fuerte
Me
miró a los ojos, como quien mira por primera vez
Su
mirada y la mía, fueron un universo
Sonrió,
sus ojos brillaban como dos luces en la noche
Sentí
que su cuerpo rozaba el mío
Su
boca me invitaba a besarla, a unir mis labios a los suyos
La
vi esta tarde, soñé con su abrazo
Se
evaporó de mi ansia por tenerla
La
vi está tarde, y solo fue parte de mi verso.