Todos
lo vieron como a un ser muy feo
Nadie
le dio jamás un beso
Era
la risa de los vecinos
Era
la cara de los golpes amigos
Era
la broma de mujeres bellas
Su
voz ahuyentaba a los pájaros
Sus
manos tenían surcos de lágrimas secas
Era
el andar de un animal herido
Era
la imagen de un perro perdido
Su
vida se contaba en las tabernas
Su
casa no estaba pintada
Su
calle se quedó sin nombre en alguna batalla
No
conocían el sonido de su risa
Comía
con la boca abierta y los ojos cerrados
Nunca
le oyeron hablar de amor
Algunos
dijeron que nació sin corazón
Nadie
entendió su dolor
Era
feo, quizás si
Nadie
supo que era la mitad de un todo
Trozos
de un adiós que se llevó su alma rota
Nunca
tuvo nombre, porque nunca lo llamaron.
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