La
noche es mi cobijo, mi isla desierta
El
lugar donde encuentro mi cuerpo
Donde
no hay ninguna ventana abierta
Donde
el silencio siempre es un camino y no una soledad
Ese
espacio que lleno de tus manos
La
balandra que me ayuda a no naufragar
En
la noche habitan todas mis vidas
Pasado,
presente, y algo disfrazado de mañana
Siento
cada instante de una oscuridad llena de vida
Me
abrazo con los ojos cerrados a cada pulso que vibra en mis deseos
Oigo
el anuncio de una llegada, esa que tanto espero
La
noche me regala todos mis reflejos
Me
desnuda sin compasión
Con
ganas de mostrar mi carne herida de tantos arañazos de amor
La
noche llega para darme la alegría de amar a un nuevo día
Noche
que te burlas de mis ojos abiertos
Creadora
de siluetas junto a mis pensamientos
Asilo
de mis sueños abstractos
Noche
que solo te acuerdas de mí, cuando deseo seguir la luz
Te
invito noche, a que nunca abandones mi eterna espera
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