Este cuento, me lo conto un ciego
Que perdió la vista después de un amor ingrato
Ni siquiera pudo abrazarla, preso de un arrebato
¡Maldito amor veraniego!
Sus ojos dejaron de ver, al no poder contemplarla
Su llanto alimentaba su boca seca
Bebía lágrimas dulces
Toda la sal de su vida se la llevo ella
Se marchó de noche y sin ruido, ya no quedaban en su cara luces
Él quedo cautivo en un sueño maldito
En sus ojos apagados, solo sentía frío
En su corazón seco ya no se oían los latidos
Narraba su pena con palabras sin acento
En su vida nada tenía una alegría que añadir a su cuento
Con cada línea expresaba su más hondo pesar
Con cada silaba unía la cadena de una condena, que no supo expresar
Hoy llora por las calles, borracho de lágrimas dulces
Hoy muere poco a poco
Sin saber que su cuento es la historia de un amor que solo sentimos entonces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario